Una nutrición gentil aborda la importancia de darle a tu cuerpo los nutrientes que necesita. En primer lugar, la nutrición es importante y es una de las formas más lindas de mostrarnos autocuidado. La nutrición se trata de aportar variedad, de sumar alimentos y no de quitar.
Iniciemos entendiendo que la salud es un conglomerado de factores más profundos de lo que creemos, 120 factores, y esta condicionada en un 7% por el ambiente en el que se vive, 24% por circunstancias sociales, 22% lo determinan factores genéticos y biológicos, 11% acceso a servicios de salud de calidad y el 36% lo determina el comportamiento individual donde la nutrición pasa a ser uno de los factores de este último punto, por lo cual la salud está en su gran mayoría fuera de nuestro control y lo estamos haciendo lo mejor que podemos.
Por eso vale la pena contemplar el impacto que tiene la cultura de la dieta en nuestras vidas, ya que esta es la que invoca pensamientos de todo o nada alrededor de nuestras elecciones alimentarias, etiquetando ciertos alimentos como buenos o malos y que solo promueven y/o perpetuan conductas alimentarias de riesgo como es la restricción, la culpa e hiperfijación en torno a cada bocado que hacemos. Y es que nutrir tu cuerpo significa que lo estás alimentando con lo que desea y necesita de una manera consistente, adaptable y placentera.
Por otro lado, es de suma importancia entender que las cualidades nutritivas de un alimento no solo se basan en la suma de sus nutrientes sino también en otros aspectos como lo son el acceso físico y económico, el plano social, emocional, cultural y gastronómico que tiene nuestra alimentación en nuestro día a día. Comer lo suficiente y variado significa, añadir frutas y verduras que disfrutes en sus diferentes presentaciones y preparaciones: al vapor, al horno, asadas, fritas, salteadas, crudas, lo que sea y así proporcionar vitaminas, fitoquímicos, fibra, antioxidantes, minerales y energía. Comer carbohidratos que es combustible de preferencia y necesario de nuestro cerebro y cuerpo en general, comer fuentes proteicas de acuerdo a tus gustos: animal o vegetal y por supuesto ¡No olvides las grasas!
Las grasas juegan numerosos papeles en el cuerpo. Los lípidos comprenden un grupo de compuestos polares y no polares, que incluyen triglicéridos, diglicéridos, monoglicéridos, ácidos grasos, fosfolípidos y esteroles. En el cuerpo, los lípidos tienen muchas funciones, como: ser fuente de energía fácilmente disponible y almacenada, además de ayudar con la absorción de vitaminas clave (A, D, E y K) que se absorben al consumir fuentes alimentarias ricas en grasa, y proteger nuestros órganos. Además, las grasas son parte estructural de cada célula del cuerpo y respalda la formación de hormonas, como las que mantienen la función de sus órganos sexuales y nuestro cerebro.
En la preparación de nuestras comidas las grasas también agregan sabor, textura y un contenido energético y nutritivo extra a nuestros alimentos, lo cual aumentará la satisfacción y ayudará a mantenernos saciados por más tiempo, sin embargo, se ha satanizado su consumo.
Muchos rechazan el uso del aceite de grasas, como el aceite de girasol, porque dicen que es ´´tóxico e inflamatorio´´ y la realidad es que la evidencia muestra claramente lo contrario, debido a que tanto los ácidos grasos poliinsaturados omega-6 como los omega-3 son esenciales y reducen el riesgo de enfermedades cardíacas. La proporción de omega-6 a omega-3 no es útil y puede ser alarmista y engañosa. Los aceites alimentarios de alta calidad deben contener bajos niveles de ácidos grasos trans y altas cantidades de antioxidantes naturales, ambas cualidades están presentes en el aceite de girasol.
Por otro lado, la calidad del aceite comestible desodorizado se evalúa principalmente al determinar su estabilidad oxidativa y su punto de humo, esto se refiere a la temperatura en la que los aceites empiezan a descomponerse y producen humo, y alteramos sus propiedades y disminuimos su valor nutricional al exponerlos al calor. Un dato importante en este punto es entender que el refinamiento de los aceites los hace más tolerables al calor, por lo que el aceite de girasol supera la prueba teniendo su estabilidad oxidativa y su punto de humo bastante alto.
Como Girasol fomentamos utilizar el aceite una sola vez por preparación o plato que vayas a realizar, conservarlo en su envase, correctamente tapado y en un lugar fresco; ya que así mantenemos y aprovechamos por más tiempo su vida útil y sus propiedades. También te invitamos a aplicar un truco para maximizar esta tolerancia oxidativa y punto de humo. Puedes utilizar romero molido en tus preparaciones saladas, ya que este reduce la oxidación del mismo en un 128,91%.
En conclusión, los aceites no son malos por si solos, el contexto global de nuestra alimentación y de los otros 119 factores que determinan nuestra salud importan y comprender como podemos usar los aceites de manera adecuada nos viene bien.
Sin duda, si les das un buen uso a los aceites tendrás múltiples beneficios tanto al momento de darle un toque delicioso a tus recetas, disfrutar tus platos y beneficios para tu salud y la de tu familia.