Llegamos a mitad de año y quizá te venga bien analizar lo que llevas haciendo estos primeros seis meses en torno a tu alimentación. La alimentación saludable es un tema que a menudo se asocia únicamente con la selección de alimentos específicos y la evitación de otros. Sin embargo, comer saludable está plagado de conductas alimentarias de riesgo basadas en vivir en escasez alimentaria o restricción y cumplir reglas externas. En una sociedad donde la salud se ve como una cuestión de moralidad y estatus, es importante recordar que esta noción es mucho más amplia y compleja, integrando no solo qué comemos, sino también cómo y por qué lo hacemos.
Nuestra nutricionista Ericka Borbor comparte una mini reflexión para cuestionarnos qué es realmente «comer saludable».
Más allá de los Nutrientes
Comer saludable no se trata solo de nutrientes y calorías o de cumplir a diario la típica imagen del plato saludable, que muestra la mitad del plato de frutas y vegetales y las otras ¼ partes, cada una entre proteína y carbohidratos. Esta distribución puede ser insuficiente ya que su mayoría está compuesta por alimentos hipocalóricos como vegetales y frutas.
Proponemos la distribución que nos enseña el modelo de plate by plate, donde la distribución del plato es más densa y equitativa entre todos los alimentos y garantiza una completa variedad nutricional. Este modelo puede modificarse y variar según la comida y la realidad de cada momento y persona.
Variedad y contexto
El contexto es crucial para mejorar nuestra relación con los alimentos. Por ejemplo, consumir una donut o un trozo de pizza por la mañana puede prevenir que termines comiendo con ansias 6 más tarde o episodios de atracones durante el fin de semana, eso es comer saludable para ti. Romper con la restricción y la moralización de los alimentos es fundamental para disfrutar de una alimentación libre y consciente. Herramientas externas, como las que ofrecemos en nuestro reel sobre el ejercicio de habituación, pueden facilitar este proceso y ayudarte a trabajar con tus reglas alimentarias; revísalo aquí.
Para mantener o alcanzar un tipo de cuerpo
Asociar una alimentación saludable con un cuerpo delgado y en forma es simplista y a menudo incorrecto, ya que el aspecto físico no revela los hábitos reales de una persona. Alimentarse sin culpa te acerca a no sentir vergüenza al alimentarte y nos acerca hacia la confianza en nuestro cuerpo y el real autocuidado.
Priorizar la pérdida de peso sobre la salud general puede llevar a prácticas poco saludables. Estudios han demostrado que entre el 90-95% de las personas que intentan perder peso mediante dietas restrictivas fracasan, y que aproximadamente dos tercios de los que hacen dieta ganan más peso del que tenían al empezar. Hay escasa evidencia de que estas dietas generan pérdida de peso sostenida o mejoren la salud a largo plazo. Recuerda que todas las personas merecen comer suficiente y disfrutarlo, independientemente del cuerpo que habiten.
Te invitamos a leer nuestra entrada de blog donde explicamos por qué las dietas no funcionan aquí.
¿Por qué comemos cómo comemos?
La comida tiene un componente social y cultural crucial. Compartir comidas en entornos sociales y familiares, respetar las tradiciones y disfrutar la experiencia alimentaria son fundamentales para una alimentación saludable. Al considerar lo que hay en tu plato, verifica si se alinea con tus valores y si tienes pensamientos de «no debería». Mantener una relación flexible con los alimentos puede ayudarte a satisfacer tanto las necesidades físicas como emocionales de tu cuerpo.
En conclusión, alimentarse saludablemente implica disfrutar de la comida sin culpa, respondiendo a las señales físicas y emocionales que nuestro cuerpo envía al comer. La variedad de alimentos es crucial, abarcando frutas, verduras, granos integrales, proteínas y grasas, sin dejar de lado alimentos menos densos nutricionalmente. La diversidad de texturas y sabores hace que nuestra alimentación sea más apetecible y satisfactoria, enfatizando el disfrute y la libertad en cada comida. Es importante destacar que la alimentación saludable adopta diversas formas y es única para cada persona. Además, es solo una de las muchas variables que influyen en nuestra salud, comprendiendo más de 130 aspectos. Una visión integral de la alimentación saludable va más allá de la selección de alimentos y la apariencia física, encaminándonos hacia un enfoque libre de obsesiones y perfeccionismo que busca genuinamente mejorar nuestra salud y bienestar general.
Puedes ampliar más sobre nutricionismo y salutismo en nuestro en vivo aquí.
Por Lcda. MSc. Ericka Borbor – Nutricionista de Girasol.
IG: @Girasol.ec – @ErickaBorbor.nutri
Fuentes:
- Estudios de alimentación intuitiva:
https://www.intuitiveeating.org/resources/studies/ - C S Wooley., D M Garner (1994). Controversies in Management: Dietary treatments for obesity are ineffective.
- Mann T., et al. (2007). La búsqueda de Medicare de tratamientos eficaces para la obesidad: las dietas no son la respuesta.
- Aranceta Bartrina, Javier. (2007). Ortorexia o la obsesión por la dieta saludable.
- Miriam Sánchez, Ileana Borovoy. (2020). Entrada de blog: Del salutismo a la ortorexia.
https://proyectoprincesas.com/del-salutismo-a-la-ortorexia/ - Sterling W., et al. (2019). El uso del enfoque plato por plato para adolescentes sometidos a tratamiento familiar.
https://www.jandonline.org/article/S2212-2672(18)30433-7/abstract - Decyk, A., & Księżopolska, M. (2022) Ortorexia nerviosa: la frontera entre una alimentación saludable y los trastornos alimentarios.
- Mauldin et al., (2022). Las consecuencias de un enfoque de la atención sanitaria centrado en el peso: un argumento a favor de un cambio de paradigma en la forma en que los médicos abordan el peso corporal.